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Falta volvió a la senda de la victoria luego del empate en la última fecha, y dejó bien en claro que no va a darse por vencido en la lucha por la Copa mientras matemáticamente tenga chances. Superó por 3 a 2 a Kilo 800 de Cuadril, equipo que hasta hoy compartía la 2º colocación en la tabla con el Gris y Rojo, en un partido lleno de polémicas.

Si bien el faltense volvió a conocer la victoria y mantiene su invicto de 11 partidos en este 2010 (13 consecutivos si sumamos los 2 amistosos post-eliminación del torneo UBA el pasado 2009), la realidad es que el rendimiento distó mucho de ser el ideal.

Falta relegó la tenencia de la pelota, dejando a Kilo800 monopolizar la misma, pero el conjunto "carnisa" pocó aprovechó esa situación. Es más, las primeras situaciones de riesgo las tuvo FDE, con los buenos desbordes de Bueno y Pirraglia, y con la apertura del marcador promediando el primer tiempo mediante un excelente remate desde afuera del área de Mancuso que se le clavó un poco más abajo del ángulo al arquero.

Como decíamos, ni antes del gol, ni después del gol Kilo llevó peligro a la valla faltense, pero sólamente un remate y un error de Tanaka alcanzaron para que el 1º tiempo finalizara 1-1.

En la 2º etapa a Falta, valga la redundancia, le faltaba reacción. Es por eso que el conjunto amarillo y negro se puso en ventaja, luego de que por única vez en el partido ya que cumplió una destacada labor, Juani "Diez" se dejara anticipar por el 9 y este último pusiera a su equipo en ventaja.

Recién ahí, y sólamente recién ahí, el conjunto de Villa Lynch parece haberse acordado de su amor propio. Fue, lo buscó y lo consiguió. Penal a Mancuso por un agarrón en un córner y esta vez el tiro desde los 12 pasos se ejecutó y Llousas lo cambió por gol. Ya en el 1º tiempo, al 9 de Falta lo habían tocado adentro del área y la reacción fue un incomprensible "siga, siga".

La alegría por el empate fue efímera, pero para bien, ya que un par de minutos después, el segundo central "carnisa" marcó en contra de su propia valla, luego de un centro al que alteró su trayectoria, descolocando inefablemente a su arquero.

Sobre el final, hubo un par de chances por lado pero los arqueros respondieron bien. Tanaka contuvo un cabesazo con destino de red y el arquero de Kilo hizo lo propio con un mano a mano frente a Llousas, quien tuvo más la culpa de haberlo errado que el mérito que puede atribuírsele al 1 por haberlo tapado.

Las actuaciones estuvieron divididas, entre los que jugaron bien, los que jugaron bien de a ratos y los que no rindieron. Una muy buena señal fue el gran desempeño de los laterales. Tanto Hernán Pirraglia como Bueno tuvieron una gran tarde, lo cual favoreció al estilo de juego que propone el equipo de Villa Lynch. Eso, sumado a una sobria actuación de los centrales, quienes sólo fallaron en una pelota que lamentablemente desembocó en gol, transmitió gran seguridad desde el fondo.

En el medio Mancuso mostró un gran nivel, y tanto Lansaque como Valussi asumieron el rol al que son llamados, tener la pelota, y lo hicieron de gran manera. La intermitencia estuvo a cargo del arquero Tanaka, quien fue responsable del empate del rival al escapársele una pelota de sus manos, pero sería injusto no destacar el gran cabesazo que atenazó sobre el final sin dar rebote, y el buen mano a mano que simplificó saliendo abajo. El mismo concepto le cabe al partido que realizó Leandro Pirraglia, quien apareció por momentos pero no fue tan punzante como en otras ocasiones. Lo más flojo sin dudas fue la tarea de Llousas, quien pese a haber convertido de penal, desperdició demasiadas chances, inclusive el mano a mano del final que hubiese liquidado el trámite, y la de Aparicio, que por problemas físicos no pudo hacer pie en el mediocampo.

Así se fue la 5º fecha para el Gris y Rojo, en la búsqueda del buen nivel que supo tener, y con la ilusión intacta de hacerse con la Copa.