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Falta hizo un gran partido frente a Sociales Noche y lo superó por 4 a 2. El Gris y Rojo dio vuelta lo que era una derrota parcial y se levantó luego de que le empataran con un segundo tiempo impecable. Escotorín y Lansaque la descosieron.

Pese a que terminó de la mejor manera, la historia para Falta no arrancó tan bien. Sin poder hacer pie en la cancha en los primeros minutos, se encontró con la desventaja bastante temprano. Centro llovido y cruzado, dudas entre Tanaka, quien volvía al arco, y Juani Diez, e incertidumbre capitalizada por el Nº 11 rival, que marcó los dos tantos de Sociales Noche en la mañana de Ciudad.

Aunque estaba abajo en el marcador, el faltense tampoco iba decididamente a buscar el empate. Costaba pensar que con ese resultado las esperanzas empezaban a esfumarse. Y quien sacó el pecho por el equipo en esos instantes de angustia fue uno de los dos que en todo momento se adueñaron de la pelota en el partido de ayer. Escotorín robó una pelota en ataque, eludió bien al arquero y definió con una tranquilidad envidiable.

1-1 y ahí si realmente se sintió el envión anímico. Desde allí en más fue todo Gris y Rojo a rayas con constantes desbordes que desembocaron en lo que fue el 2-1 de Lansaque.

Y cuando nos referimos a este gol, es inevitable que le dediquemos un párrafo aparte.

El gol de ayer de Lansaque fue de antología. De esos que seguramente quedarán en la memoria del hincha y que no escapará jamás de estar en el podio cuando de nombrar al gol más lindo se trate.

El 11 tomó una pelota por la banda izquierda, se sacó de encima a un defensor casi llegando a la línea de fondo, volvió a desprenderse de otro marcador ya dentro del área grande, para luego levantar la cabeza y poner la pelota filosa, precisa y certera en el primer palo del arquero, quien se estiró todo lo que pudo sin ningún éxito y solo colaborando a sumarle más espectacularidad a la conquista.

Pero poco duró la alegría, porque otra desinteligencia en el fondo provocaron el 2-2 con el que se cerró el primer tiempo.

El empate tampoco servía para prenderse, y por eso Falta salió en el segundo tiempo a buscar la ventaja, la cual encontró merecidamente con dos golazos de Escotorín de tiro libre. Ejecutados desde posiciones similares, y con la misma excelencia en el remate, el Nº10 volvió locos a los defensores negros en el pie a pie y también con la pelota parada.

Luego de encontrar la ventaja el faltense dominó el partido con lo que venía escaseando por Villa Lynch... inteligencia.

Por suerte y en horabuena, salió a relucir el oficio que este equipo mostró en muchos momentos y eso llevó a que se defendiera en el campo rival y bien lejos del 1.

Merecídisima victoria de Falta, que demuestra que no está muerto y depende completamente de si mismo, e inclusive con un par de resultados a favor de los partidos disputados el domingo, puede acomodarse muy bien de cara al segundo tramo de esta rueda inicial.