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Falta cayó 2-3 frente a Namber, en un partido cambiante desde todos los puntos de vista. Desde el resultado, porque remontó dos veces la desventaja y peleó el partido frente a un rival que nuevamente fue superior y desde el rendimiento del Gris y Rojo, porque tuvo unos primeros 30 minutos más que aceptables y luego decayó más por desorden propio que por mérito ajeno. Polémica por los paupérrimos fallos arbitrales.

De entrada el planteo faltense fue el más lógico. Más esperar que proponer, más orden colectivo que individualidades sueltas y pura entrega en cada centímetro de la cancha. Y no le salió mal la estrategia a los de Villa Lynch. Mientras Namber no encontraba la forma de entrarle, de la mano de su ataque obligaba a los blancos y verdes a prestarle atención a las reiteradas llegadas.

Primero fue Sergio Trevisan, quien luego de quedar mano a mano con el arquero definió bombeado al lado contrario y la pelota impactó en el travesaño. También Llousas, quien sigue sin encontrar el gol en este 2011, que luego de un rebote le pegó "estilo libre" y su remate fue despejado por el último hombre sobre la línea. Escotorín no dijo ausente y también tuvo la suya e inclusive las incursiones en ataque del chueco Bueno se hicieron sentir durante esos treinta minutos en donde Falta inquietaba a Namberwan cada vez que recuperaba la pelota y salía de contra.

Pero el primer error garrafal del juez no se hizo esperar, y luego de que pitara una falta cerca del área faltense, dejó que se pusiera rápidamente en juego la pelota cuando todavía había más de un jugador en el suelo, trayendo como consecuencia un inaudito mano a mano que terminó en la red ante la protesta de los once de FDE.

No podemos escaparle a la crítica pese a afectar al club de nuestros amores. Si bien es cierto que el error fue visible y descalificador, no pueden once jugadores salirse del partido de tal manera y poner en riesgo su participación en el partido. No es la actitud que se busca, sin dudas.

Quedó ese sabor amargo tras la primera etapa. Todo el esfuerzo hecho parecía en vano por un error del árbitro. Y la idea era hacer borrón y cuenta nueva y tratar de volver al orden inicial.

Y esa vuelta a las bases dio sus frutos. Pelotazo al vacío de Llousas para el desborde de Escotorín, quien tiró un centro que fue despejado por la defensa verde y vuelto a meter en zona de riesgo por un remate a medias entre Costas y el 19. Esta vez Escotorín no perdonó y marcó con un certero remate el 1 a 1 y su vuelta al gol en FDE.

Pero lo que hasta allí parecía revivir definitivamente se terminó y eso fue el orden de Falta. El equipo empezó a alargarse, pero por sobre todo a desconectarse. Los de punta quedaron aislados, y los cambios que Namber metió empezaron a dar frutos. Las idas al ataque de Bueno empezaron a ser peligrosas a causa del gran despliegue de toda la gente que el rival puso en ataque, que trabajaron muy bien a las espaldas de los centrales faltenses, que poco podían hacer ante tanta gente picando al vacío.

Fue justamente luego de un error del chueco que llegó la nueva ventaja para Namber. El ya conocido por todos Nº10 no perdonó y selló el 2-1, que luego se convertiría en 3-1 por un penal de su misma autoría.

Allí FDE fue la contracara de todo lo bueno que supo ser en la primera parte. Desorden, corridas sin sentido y nerviosismo en un equipo al que le falta encontrar el rumbo.

Pese a eso, y sacando un poco de su característica entrega, el faltense se vio nuevamente en partido por otra corajeada de Escotorín, que se la robó bien al último hombre y definió con categoría ante el arquero. Y el mal segundo tiempo podría haberse tapado de no haber sido porque la falta de puntería de Llousas luego de que el arquero diera rebote diluyó el grito de empate, no merecido, pero agónico.

A modo de resumen final nos quedamos con las palabras del 8 de Falta, quien bien dijo que "vamos a ganar muchos más partidos jugando como en el primer tiempo que como en el segundo." Claro. Cierto.

FDE 1x1:

Alan OZZÁN (4): Tuvo un par de buenas tapadas pero tendría que haberse ido expulsado.

Juani DIEZ (5): Bien durante el primer tiempo pero poco pudo hacer durante el segundo. Le ganaron la espalda varias veces por los errores colectivos en el planteo y los espacios que se generaron en el medio y adelante.

Pablo MANENTE (5): Rendimiento muy parecido al de Diez. No llegaron a tapar los huecos del fondo y lo pagaron con goles.

Nicolás "Pocho" Gago (7): De lo mejor del partido. Metió y trabó todo en ambos tiempos y fue salida constante asociándose bien con Escotorín y llegando al área de enfrente.

Matías "Chueco" Bueno (3): De sus actuaciones más flojas en FDE. Sorprende su bajo rendimiento pero nada es reprochable a uno de los ídolos de la gente de Villa Lynch.

Sergio Trevisan (6): Como todo el equipo, su primera etapa fue mejor que la segunda en donde no hizo pie y se vio superado por los mediocampistas rivales. Tuvo buena llegada al área y levantó su nivel respecto del primer partido.

Nicolás COSTAS (5): Mientras estuvo en cancha le cubrió bien las espaldas al chueco, pero luego su participación se fue desdibujando como la del resto.

Guido CARDERO (5.5): Hizo lo que el cuerpo técnico quiere durante los primeros treinta: tener la pelota en sus pies y cubrir la mitad de cancha, pero no llegó bien con el aire a la segunda etapa.

Hernán DIEZ (4.5): Le faltó desequilibrar más, aunque sigue mostrando que si quiere, puede. Después del golazo en su debut, por ahora es una incógnita.

Martín LLOUSAS (5.5): Impreciso con la pelota, salvo en algunos pasajes como en la habilitación para Escotorín en el gol. Pero sigue sin meterla, su función clave.

Juan Pablo ESCOTORÍN (8): Lo mejor de Falta, lejos. Mostró destellos de ese gran jugador que sabe ser y se puso el equipo al hombro con dos goles que lo mantuvieron vivo.

Leonel GUTIÉRREZ (3): El tiempo que estuvo en cancha prácticamente no entró en juego.

Ariel MANTELMAN (3.5): Puso voluntad, pero se notó la falta de fútbol y de aire, lo que lo llevó a estar incordioso inclusive con sí mismo.

Gastón APARICIO (3): Tampoco influyó en el tiempo que estuvo en cancha y su llegada tarde hizo que el capitán lo viera en gran parte desde afuera. Una ausencia que se nota.