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Ampliamente superado.

Esa es la definición para describir de la mejor manera, cómo se lo vio a FDE ayer dentro de la cancha frente a Namberwan.

No puede decirse que el resultado es sorpresa, porque, valga la redundancia, si algo le falta a este Falta es constancia y regularidad. Tal como ya lo demostró, puede perder dos partidos seguidos siendo apabullado por sus rivales, como en contraposición con eso, puede ponerse el traje de verdugo y vapulear al líder invicto del grupo con una goleada de manual de fútbol.

Pero ayer, este ascensor Gris y Rojo modelo 2010 venía bajando y no subiendo.

Si uno pregunta por el fútbol? Bien, gracias. Si se pregunta por las ideas? Bien, gracias. Si se pregunta por el temperamento para ir a buscar los partidos que siempre caracterizó a los de Villa Lynch? Bien, gracias. Si se pregunta por la actitud y el buen clima dentro de la cancha? BIEN, MUCHÍSIMAS GRACIAS.

Haciendo mención al trámite del encuentro, Namberwan convirtió lo que generó . Una chance en el primer tiempo, y una chance en el segundo. Ambas fueron goles.
Para el lado faltense, poquito y nada. Sólamente un remate del 9 que pegó en el travesaño y un mano a mano de Pirraglia bien tapado por el arquero. No, nada más.

Seguramente lo que más indigna al hincha faltense de larga data no es haber sido superado por un rival que ya nos tiene acostumbrados a la gran infraestructura que despliega, pero que no por eso es superior (Sin ir más lejos, ayer por primera vez le ganó un partido a FDE).

Lo que más enerva al hincha es el nulo compromiso de sus jugadores para con la causa. No existe razonamiento lógico o ilógico que sirva para describir la condición en que varios de los que entraron a la cancha se econtraban previo al partido, ni tampoco resiste ningún tipo de análisis el clima que se respira.

El fútbol, espera con ansias.