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Pese a que Falta ya se había despedido de la pelea por el 1º puesto de la Copa Constituyentes (Dado que Def. de Hattrick ganó 2 a 1 su partido del sábado por la mañana y de esa forma consiguió ser matemáticamente inalcanzable al haber sacado 7 puntos de diferencia y quedar 6 en juego) el Gris y Rojo debía disputar su encuentro frente a Namberwan correspondiente a la 6º fecha.

FDE y Namber son a esta altura viejos conocidos, ya que disputaron cuatro encuentros hasta el momento. Fueron tres empates en amistosos y una victoria, 1-0 para el faltense, en el único cruce por los puntos.

El de anoche, no fue la excepción a la paridad que se había dado en los tres encuentros anteriores. Fue uno de esos partidos en los que "el que hace el gol, gana" pero ninguno de los dos equipos pudo concretar la conexión pelota-red.

Chances hubo para ambos lados, de las más variadas y todas con peligro real para el arco adversario. El ping-pong arrojó una leve ventaja para el conjunto Verde, pero el Gris y Rojo no se quedó atrás y tuvo sus oportunidades de hacerse con la victoria.

La primera ocasión clara la tuvo Falta. Recién iniciado el partido, un centro desde el sector izquierdo del campo de juego le picó mal a uno de los defensores de Namber, quien como acto reflejo metió la mano para no dejar pasar la pelota y el juez no dudó en fallar con la pena máxima desde los doce pasos. El capitán Aparicio fue el encargado de ejecutar el penal, pero ante un remate muy anunciado al centro del arco y a media altura, hubo una buena respuesta del arquero que no tuvo problemas para contener el disparo.

Paradójicamente, parecía que FDE iba a tener su castigo por no aprovechar su chance, ya que pocos minutos después, Fernando Ortiz intentó cortar un centro con destino de área chica y el juez, que incurrió durante todo el encuentro en reiterados casos de "silbato fácil", volvió a ver penal, pero esta vez en el arco de enfrente.

Otro penal cobrado, y otro penal marrado. El 9 de Namberwan incrustó su remate en el palo derecho del arco defendido por Tanaka y los de Villa Lynch dejaban escapar ese suspiro contenido durante la interminable carrera del delantero rival para encontrarse con el balón.

Para ser sinceros, no hubo mucho más que destacar durante la primera etapa, en donde ambos equipos se dedicaron a decidir quién se quedaba con el mediocampo, pero que de atacar y del arco rival se acordaron poco y nada.

La segunda parte, quizás un poco por el cansancio o quizás un poco porque se aburrieron de luchar, fue un poco más abierta. Namber casi sorprende de entrada con un cabezazo de uno de sus centrales que impactó en el palo, pero Falta contestó con una corrida de Llousas, quien al quedar mano a mano con el arquero levantó la pelota por encima del mismo, pero el remate fue despejado por un defensor que llegó providencialmente a cerrar la jugada.

Luego, ante una salida con los puños de Tanaka, un remate por parte de un delantero de Namberwan impactó en el travesaño. Sin lugar a dudas, fue la chance más clara del partido si dejamos de lado, obviamente, ambos penales. Para el faltense, nuevamente Llousas ante otra habilitación de Aparicio quedó bien ubicado dentro del área, pero su remate cruzado se fue cerca del segundo palo.

Pese a que FDE empezó a manejar bien la pelota en ataque, con las buenas intervenciones de Valussi y Leandro Pirraglia, y las oportunas subidas de Bueno y Hernán Pirraglia, nunca logró tener la profundidad necesaria para lastimar al contrincante.

Así se fue el partido, con el faltense ya sin chances de coronarse campeón, pero con la tranquilidad de que el Gris y Rojo estira su racha invicto a 14 partidos, desde la última derrota sufrida el pasado año frente a Mapuchetos.

El próximo sábado, frente al campeón, Falta pone en juego no sólo el invicto sino además el amor propio. Promesa de partidazo.